Claro que te hubiera besado
y seguramente habría dejado
caer mi mano en el abismo de tu pecho.
Tendría la sonrisa puesta
y antes de que mis labios fueran tus labios
me hubiera sentido eternamente joven.
No sé si te han dicho alguna vez
que uno tiene la edad de sus dolores.
Y contigo delante dudo mucho
que me doliera algo más que no besarte.
Así que sí, te hubiera besado
y seguramente habría dejado caer mis ojos
al laberinto de las pecas de tus hombros.
Tendría colocada la mueca del valiente
aunque tuviera las cosquillas en la piel
del que se ríe por dentro.
No sé si te han comentado alguna vez
que reírse es el orgasmo del cerebro.
Y contigo delante, dudo mucho
que alguien haya conocido la tristeza.
Te habría besado sí, seguramente lento
y mis dedos estarían marcando un ritmo
que no se puede bailar si no es contigo.
No sé si alguna vez te han contado
que la música amansa a las fieras,
pero me temo preciosa
que la canción que guardas en la garganta
haría salvaje al animal más manso.
Si lo hubiera hecho, claro.
Probablemente mi lengua tatuaría
mi nombre en el cielo de tu boca.
Y hasta tendría una frase preparada
para después de tus labios.
Tal vez ignoras que de todas las cosas
que no he hecho todavía
besarte me resulta la más fácil.
Así que sí, te hubiera besado
lo único que no tengo claro todavía
es cuantas veces.
1 comentario:
Siendo así, se necesitaría más de un beso para decir todo lo callado.
Un lunes precioso, gracias.
Maria
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