jueves, 27 de noviembre de 2008

Inventario número 3

Principios del 2008

DOMINGOS


Los domingos siempre me parecieron
el mejor día para suicidarse,
a veces cuando observo el acantilado de la foto
pienso en saltar y mancharte.

Mi cobardía me dice al oido que no hay prisa,
que él estará allí por los siglos de los siglos
y observará caer a otros que ni siquiera te vieron.

¿ Como es posible matarse sin conocerte?

Yo te conozco y me ronda la idea
pero no me atrevo
y acabo escribiendo algún poema
que es como matarse un poco.

Y tu me leerás en un sofá que se te queda pequeño
inflada por el ego y la soberbia,
pensando que aún te cambio el nombre,
gritándome que no existe ninguna Laura,
que no tengo huevos de colocar el tuyo,
adivinando de quién me escondo esta vez.
Como si Laura acabara en tus caderas.

-Tus mujeres empezaran en mis rodillas-
Y lo decías tú, que solo te arrodillabas
cuando había preservativos sabor a fresa.

Hace tiempo que no te dibujo en la punta de mi poya
para inundarte la cara,
deberías creerme cuando te aseguro
que no ocupas todo mi cerebro.

Un día saltaré para chocarme
con las piedras de ese mar
donde tus manos juegan a no envejecer
y tus pies pisaran mi cadáver
y verás como no todo fue mentira.

Pero hoy ni siquiera es domingo Laura,
ni siquiera lo es.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Inventario número 2

UN PUÑADO DE MUERTES Y SIGO VIVO (Diciembre 2007




Al ángel que velaba mis sueños
lo mató el imsonmnio,
a mi yo adolescente
diez tartas de chocolate
sin velas y sin deseos.

A mi padre un marzo cabrón
y un médico hijo de perra,
a dos buenos "amigos" la velocidad
o la cofusión de una linea discontinua,
a otro la enfermedad de moda.

(Siempre odié las modas)

A mi pulmón derecho
el humo de la nostalgia,
al pulso de mis manos
un poema sobre ti,
a mis zapatos preferidos
el camino hasta tu piel,
a mi hambre tu coño,
a mi sed solo el whisky.

(Jamás me fie de las cosas trasparentes)

A Neruda me lo asesinó bukowski
de una metáfora en la nuca,
al románticismo de Becquer
el desenamorado Fonollosa
y García Marquez perdió la patria
por otro colombiano más real.

A tu canción preferida
la reiteración de una emisora pirata,
al paraíso prohibido
un salto sobre la valla,
a nuestro amor el cariño
y al cariño la rutina.

Y a nuestros sábados de paz
la llegada de una dama
cargada de viernes mágicos.

Y aquí entre cadáveres que pateo
para abrirme el paso estoy,
buscando la senda correcta
para dejar otra huella,
con una pena en un ojo
y una sonrisa en el otro,
la vida al fin y al cabo solo es
andar esquivandote
las muertes,
morir resistíendote la vida.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Inventario número 1

Cuando las musas no vienen o se entretienen con otros que las quieren más que yo me da por releer poemas antiguos, poco a poco les haré un hueco por aquí, al fin y al cabo son míos, aunque opino como aquel poeta y amigo (Freud21) que conocí en mundopoesía que decia en uno de sus poemas.

"Leo lo que hice el año pasado y me parece una mierda espero que el año que viene también me lo parezca esto".



Diciembre del 2007

NO TE TENGO A TI


No te tengo a ti pero no importa,
tengo un corazón de porcelana,
un latido sútil e indepediente,
una voz lejana que hace eco.

No te tengo a ti y me la suda,
tengo en la despensa ron y vodka,
tengo en los armarios chocolate,
tengo en la repisa diez bukowski
y tengo a Rosa en la planta cuarta
siempre dispuesta y siempre desnuda.

No te tengo a ti y sin embargo,
tengo la sonrisa permanente,
tres versos escritos en la espalda
con los lunares haciéndose las tildes
y tengo una erección que no asesino
con tu recuerdo ni con la nostalgia.

Tengo diez neuronas sin tu nombre
y una cicatriz que no te consta,
una muerte fugaz en la cabeza,
un llámame mañana que no puedo,
un hasta luego, un nunca, un para siempre.

No te tengo a ti con tus caderas
columpíandose perversas a tu paso
pero tengo un columpio en el jardín
que ya no echa de menos ni tu peso.

Y también me tengo a mí aquí y ahora
y aunque pueda resultar insuficiente
es mejor que la suma del contigo.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Silencio (sshhh) se rueda

Nueve semanas sin medias,
resulta que no hizo tanto frío aquel enero,
ni Marilyn llevaba bragas bajo su vestido,
yo siempre me la había imaginado rasurada
a pesar de la época.
Luego, más tarde, Sharon descruzó las piernas
y yo creí en el cielo así de golpe.

Lo peor de todo eran las palomitas
y los niños de la quinta fila,
Winona estaba demasiado flaca
y Kidman demasiado blanca
y yo me sabía de memoria
todos los diálogos de una historia del bronx
y quise ser Calogero y que tu fueras negra
para besarte mas allá de la pantalla.

Los de siempre seguían dando patadas
saltos, volteretas imposibles,
mostrando aquellos musculados torsos
mientras tu suspirabas con los ojos abiertos como platos
y yo y mi esquelético cuerpo
seguíamos temiéndole al verano y al desnudo.

Eras tú mi película favorita,
la actriz de mis sueños,
de los dormidos, de los despiertos
y de los que estaban por llegar.

Quizás era injusto que mientras el Titanic se iba a pique
y tú buscabas en tu bolso de flores
pañuelos para secarte las lágrimas,
yo pensaba en lo bien que te quedaba el pelo recogido,
que a tu vestido le sobraba un botón o quizas dos
y que Hollywood se estaba perdiendo mucho sin tus labios.

Por eso dejé de ir al cine cuando te fuiste,
porque olía a ti la cola y las butacas
y los besos de la última fila me preguntaban por ti.
Y la alfombra roja del salón
no volvió a ser la misma sin tus pies desnudos,
ni Sam quiso tocar una vez más
si allí no estabas tú para bailarnos,
ni el viento tuvo fuerza suficiente
para llevarse todos tus recuerdos.

Sin ti ya no me queda ni Paris cariño,
ni siquiera eso.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Algo así como el amor

Era de noche y no había en todo el cielo
ni una mísera estrella que alumbrara
sólo brillabas tú al otro lado de la calle.
Los gatos de los cubos de basura
dejaron de comer al contemplarte,
podías ser de piedra y sin embargo
te dio por caminar hasta mi acera.

"Creo que lloverá y no habrá portales
que puedan cobijar nuestras tristezas"

Yo tenía un paraguas de bolsillo,
un barquito de papel hacia tu isla
y un reloj que bailaba con tu acento
a las Laura y veinticinco de la noche.

Tú una playa con sabor a mermelada
donde el norte se hace sur por ver tu ombligo
y un ejército de hormigas en la lengua
y algún verso de un poeta con mi nombre
en el dulce acantilado de tus pechos.

Más tarde me besó y se hizo de día
y mi armario se llenó con sus colores,
sus tacones me besaban los zapatos
y en el baño sus cabellos y los míos
jugaban al amor por el desagüe.

Ahora ya no llueve en nuestros ojos,
los portales desconocen tus desnudos,
yo te pinto nubes blancas en el vientre
mientras cuentas tus orgasmos en voz alta
y los gatos de los cubos de basura
se comen nuestros restos de la cena.

martes, 4 de noviembre de 2008

De límites y de edades

Hace unos días se me acercó Marta, traía las botas altas de hacer esa música solo comparada a la lluvia sobre los tejados y esas medias negras de lana de no pasar frío.

Marta es peligrosa, las mujeres que saben lo que quieren siempre lo son, venía a decir Fonollosa en un poema algo asi:

"Quiero una mujer que cuando me mire vea a un hombre"

Marta no sabía nada de hombres, ni de cúantas mentiras piadosas se suelen contar después de los orgasmos, Marta solo sabía que las tetas le habían crecido a demasiada velocidad y que los hombres todos, ya no la miraban como antes.
No sé en que colegio aprendió a hacerse nudos en el pelo con el dedo índice, mientras te posaba los ojos como quién mira una nube, ni sé quién le mostró a descruzar las piernas de esa manera tan lejana a la inocencia, ni porque sus bragas nunca eran blancas y su lengua siempre era roja.

Se colocó cerca de mi boca, masticaba chcle, todo olía a fresa, el mundo olía a fresa, que bello sería -pensé- que Marta lo contaminara todo con su aliento.

- ¿Sabes? - Me dijo- Ayer cumplí dieciocho años, ya puedes observarme sin sentirte culpable-

Luego pasó por mi lado como una ola de frío, con esa sonrisa que usan los que siempre están acostumbrados a ganar.

Mientras la calle torcida comenzaba a tragársela yo la seguí con la vista, hasta que se difuminó del todo.

Y el mundo volvió a oler a mundo y yo, no me sentí mejor.