martes, 15 de abril de 2014

Abril, por ejemplo

El verdadero problema de estar solo es saber que existes.

¿Sabes cuando tienes una herida
en el dedo por ejemplo
y todos los golpes van ahí?

Pues con mi corazón, lo mismo.

Hasta esta chica desconocida
que pasa ahora como un vendaval por mi lado sin mirarme,
 me duele.

Supongo que todo masoquismo empieza en una ausencia.

Abril me cabe en un bolsillo,
es fácil perderlo,
cuando se vaya no me sentiré como Sabina.
No me pueden robar lo que no es mío.
Desde que no hallo tu cintura
es como si el mundo me lo hubieran prestado
y estén siempre a punto de exigirme su vuelta.

Como vivir en una deuda infinita
en la que nunca podré pagar
todos los errores.

Se parece a ti la chica de la barra,
quizás menos morena y menos alta,
los ojos más oscuros,
el cabello  más riachuelo que cascada,
las tetas menos juntas y su culo
no parece un columpio en movimiento.
Ahora que lo pienso fríamente,
si comparo tu belleza con la suya,
ni siquiera me parece una mujer.

Esta nostalgia es cruel
como leer el diario
de una hija adolescente.
Como el hilo musical de los centros comerciales
a las diez de la mañana,
o el silencio de una cena familiar.

Intuyo que todo olvido comienza con otro nombre.

Decía con los ojos en mi boca.
- Eres el único hombre que jamás
me ha hablado de otra mujer-
Como si eso me hiciera mejor persona.
Ignorando que cuando me besó
ya nunca hubo otras mujeres,
ni antes, ni después.
Tampoco ahora.

Has reducido sin saberlo mi vida a un folio
en el que me reflejo si no escribo.
Y no hay desamor más grande que la falta de amor propio.

Imagino que aceptar la derrota es el modo más seguro de ganar.

No sabes lo horrible que está la ciudad
sin mirarse en tus ojos.
Es como si le quedaran grandes las fachadas
y pequeñas las casas,
como si hubiera comprado deprisa y en rebajas
los paisajes que la rodean.

Hay quien habla de la primavera como si te hubiera conocido.

Me alejo, cuanto más camino,
más me encuentro sin ti,
cuanto más cerca de mi mismo,
más distancia entre nosotros,
cada una de mis huellas,
borra una de tus pisadas.

Se que no puedo olvidarte mientras te busco
y se que no puedo encontrarme si no te olvido.

Lo malo de mi soledad es tu existencia.
Y que ya nunca será lo mismo estar solo,
que estar sin ti.
Y eso no hay corazón que lo soporte.

¿ Sabes cuando tienes una herida
en el dedo por ejemplo
y todos los golpes van ahí?