jueves, 10 de diciembre de 2009

La canción de los gemidos

Le levanto la falda vaquera,
a veces la música me la pone dura,
la canción de los gemidos es mi preferida,
ah..ah...ahah...ahahaha..
nunca gime como una puta.

La mujer que no te engaña en la intensidad de sus gemidos
jamás lo hará en la profundidad de sus palabras.

Luego cuando de su boca estallan doce mil libélulas
y ella se dobla como una gimnasta coreana
yo me chupo los dedos y bajo lentamente con mi lengua
a buscar los peces de colores que le habitan en el coño.

Es oceánica, lo prometo,
tiene dos delfines voladores en los pechos
Flip y Flop se llaman,
Flip es más cálido, más grande, más mio.
Flop es celoso por eso ahora lo lamo hasta que brilla
luego ella la sirena de los desiertos de mi alma
me coge la cabeza y otra vez
me invita a ver el mar pero a la inversa,
de dentro hacia fuera.


- Hazme el amor como si no me quisieras- Me implora.

La quiero tanto que a veces no se follarla.

De una acrobacia se me sube encima,
me lame, me muerde, me traga,
dibuja un mapa con sus uñas rosas
donde todas las direcciones acaban en su piel.
Me enseña que el placer tiene su nombre,
que el deseo se apellida como ella
y que el clima carece de importancia
porque cuando a ella se le antoja llueve.
Como ahora.

Relampaguea, truena y vuelve el sol,
la beso hasta que su boca lo eclipsa todo
y se va apagando
....ahhhhhhh
ah ah ah
poco a poco ah ah
se acaban los acordes...ah
de la canción más bonita del mundo.