lunes, 22 de diciembre de 2008

La chica de negro

Hoy podía haberme enamorado de ti
a pesar de tus botas planas,
podía incluso haberte besado así con el mar de fondo,
los besos los domingos saben distintos,
más intensos.
Podia haberte llevado de la mano a la orilla
y haberte desnudado dulcemente
mientras yo hincaba rodilla en tierra
y me perfumaba la nariz.
Nunca el mar hubiera visto nada tan erótico,
ni siquiera a ella con su bikini naranja.
Hoy podía haber hecho muchas cosas contigo
pero me da miedo lo desconocido
y aunque me dijiste tu nombre
no fue suficiente.