martes, 4 de noviembre de 2008

De límites y de edades

Hace unos días se me acercó Marta, traía las botas altas de hacer esa música solo comparada a la lluvia sobre los tejados y esas medias negras de lana de no pasar frío.

Marta es peligrosa, las mujeres que saben lo que quieren siempre lo son, venía a decir Fonollosa en un poema algo asi:

"Quiero una mujer que cuando me mire vea a un hombre"

Marta no sabía nada de hombres, ni de cúantas mentiras piadosas se suelen contar después de los orgasmos, Marta solo sabía que las tetas le habían crecido a demasiada velocidad y que los hombres todos, ya no la miraban como antes.
No sé en que colegio aprendió a hacerse nudos en el pelo con el dedo índice, mientras te posaba los ojos como quién mira una nube, ni sé quién le mostró a descruzar las piernas de esa manera tan lejana a la inocencia, ni porque sus bragas nunca eran blancas y su lengua siempre era roja.

Se colocó cerca de mi boca, masticaba chcle, todo olía a fresa, el mundo olía a fresa, que bello sería -pensé- que Marta lo contaminara todo con su aliento.

- ¿Sabes? - Me dijo- Ayer cumplí dieciocho años, ya puedes observarme sin sentirte culpable-

Luego pasó por mi lado como una ola de frío, con esa sonrisa que usan los que siempre están acostumbrados a ganar.

Mientras la calle torcida comenzaba a tragársela yo la seguí con la vista, hasta que se difuminó del todo.

Y el mundo volvió a oler a mundo y yo, no me sentí mejor.

3 comentarios:

Cristal Violeta dijo...

Cuando he visto una prosa casi hago palmas!
HOy tambien llevo botas y medias negras tupidas ( como Marta), pero no me siento con 18 años, será que no los tengo.

Besotes niño del sur.

Ernesto Pérez Vallejo dijo...

Cada cual viene a tener la edad que le da la gana, asi que ponte un número, el que quieras, gracias por pasarte Loida, abrazos.

unaprincesaenelasfalto dijo...

Tu estilo es único.
Entre cientos de miles de poetas te reconoceria, porque no habría ningún otro que combinase sensaciones tan extremas de una manera tan perfecta.
Comento aquí porque me siento identificada con la historia, hace tiempo que conozco a otro gran escritor -algo mejor que tu, si me lo permites- que me hace sentir como Marta, pero nos separan edad y kilómetros y no sé si le llega mi olor a chocolate blanco.Espero haber sido su musa en alguna ocasión, aunque fuese bajo los efectos de sustancias que yo no conozco.
Todos tus versos me recuerdan a los columpios de cuando era pequeña -no hace tanto- y me saben a chocolate de ese que nos gusta tanto.
Leerte es mejor que salir a comprar sandalias de tacón y estrenárselas aunque llueva, y no sabes lo que me arrepiento de no haber sabido convencerte para que me informaras antes de la existencia de este blog.
Me alegro de que haya tanta gente que ,como yo, piensa que eres un fuera de serie escribiendo, pero me muero de rabia por lo que se pierde el mundo.
Eres literatura, y en tus versos nunca ha habido palabras, solo duende.
No nos prives de tus maravillas, ni siquiera a las más jóvenes, porque la literatura nunca entiende de límites, ni de edades.

unaprincesaenelasfalto