Tengo mi sonrisa en tu sonrisa
y es hermoso sonreír si me sonrìes
los ojos de par en par abiertos
como de ver aviones estrellándose
al otro lado del cristal.
Tengo los pulmones deshinchados
de tanto suspirar cuando te pienso
y cicatrices de jugar a la escalada
por las laderas ingobernables de tu espalda.
Tengo una erección que se asemeja
a la torre de pisa en rebeldía
y una vértebra que cruje cada vez
que te nombro en voz alta y no apareces.
Una canción que habla de ti junto al ombligo,
esperando los acordes de tus dedos,
una rebelión de mariposas en la garganta
enamoradas de lo profundo de tu boca.
Tengo ahora un alma que no es mía,
cincuenta y siete lunares a tu nombre,
una voz que habla en tu idioma sin palabras
y este corazón como un reloj,
tic tac tic tac tic tac
a las "M"
tic
en punto
tac
de tu noche.
4 comentarios:
"cincuenta y siete lunares a tu nombre" Eso es suficiente referente como graparme en la panza un cosquilleo que me dure el resto de al tarde... y punto.
Joder, poeta, otra vez me dejas sin palabras. Qué bueno venir a leerte y siempre encontrar versos que matan...
"Tengo ahora un alma que no es mía"
Como siempre, un placer. un abrazo.
¿Por qué sin aires otra vez?
Un guiño,
como siempre.
Esto si ¿ves? esto es...SU-BLI-ME
;)
Q bonitas están las viñas esta mañana, me han recordado a tus poemas.
Un beso niño guapo
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