lunes, 23 de mayo de 2011

Plumas en la bañera

Todo el mundo pensaba que era maricón
porque usaba el abanico con la misma maestría
que una maruja en la feria de Sevilla.

Pero no, no era por eso,
simplemente estaba cansado
de esperar a la mujer de su vida.

Y aprendió que a cuatro patas
era mucho más fácil ser una perra.

Más sencillo odiar entre ladridos.

Recordaba los coches de juguete
atropellando barbies en las losas azules del salón
ante la atenta mirada de un padre
que desde el sofá maldecía sus propios espermatozoides.

Nunca sabía que hacer con las lágrimas.

La primera vez que consiguió amarse
no fue en los ojos de cualquiera
lo hizo frente al espejo
llevaba puestas las medias de su madre.
Y las manchó.

Se llamaba Abigail después de aquello
y estaba enamorada de si misma.

De si misma y de aquella dependienta bronceada
que entre estanterías de cremas milagrosas
y pinturas de uñas de colores
que aún estaban por existir
lo miraba con ojos de desprecio.

O de Neus,
aquella gorda sin complejos
que le echaba de comer a las palomas
siempre la mitad de lo que había en cada bolsa
y que jamás le contestó a un saludo.

No era mujer,
ni media siquiera,
ni hombre por supuesto que tampoco,
el monstruo lo llamaban los gemelos
de la vecina separada del segundo.

El monstruo eso era,
porque nadie usa los ojos para mirar
por debajo de la piel.

-Nadie-
Ladró.

Y lo amaron sí,
cincuentones con barriga
y casados viciosos
con fotos de sus hijos en la cartera
y machos peludos adictos
al aliento de otro sobre la nuca
y lo odiaron también,
rapados al cero en callejones sin salida,
jubilados observadores de obras públicas,
familiares que tacharon su apellido
desterrándolo por siempre de la genética.

Ayer domingo, claro, como debía ser,
cansado y con una profesionalidad
de carnicero de un super
se cortó de un tajo las venas en el baño
dejando su cadáver desnudo
al orgasmo libre de las moscas.

Y una frase con su propia sangre
decorando los azulejos amarillos.

"Hoy ha muerto una mujer
a la que no la dejaron ser hombre.
Ni ella supo"



* A TÚ MEMORIA
QUE YA ES LA MÍA

6 comentarios:

Sara Jiménez dijo...

pues si, directamente del estomago al papel...

que bonito poeta!

Elpaísdelasmaravillas dijo...

Crueldad del mundo...
Crueldad de uno mismo, al fin y al cabo.

Precioso.

Anónimo dijo...

El mundo huele mal.

flower dijo...

Diferente registro desde que te conozco. Pero tan sublime como todos.

Una pena no sentirse bien dentro de uno mismo, tiene que ser horroroso vivir una vida que no es la tuya y malvivir la que te dejan.

Como dedicatoria es total.

Besetes,

Flower

Que te den. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

´´no, era por eso, simplemente estaba cansado de esperar a la mujer de su vida´´...

´´porque nadie usa los ojos para mirar por debajo de la piel´´...

Qué triste ... triste de verdad, pensar que no nos amamos , porque otros no nos aman...