jueves, 9 de octubre de 2014

Yo siempre digo la verdad, menos cuando miento

Pongamos que no llegué tarde,
que te miré jugar con tu pelo en la distancia,
que aún quedaban doce minutos para las nueve,
que amenazaba con llover si no llegaba a tiempo,
que solo hacía frío cuando no te miraba.
Que llevabas aquel jersey que te regaló tu madre
para que nadie pudiera imaginarse tu desnudo.
Pongamos que aún con él,
eras la mujer más bonita que había visto nunca.

Digamos que estabas sentada en un banco,
que no fumabas por si los besos,
que ya te habían guiñado el ojo
siete hombres y dos mujeres.
Que olvidaste a conciencia el reloj de tu muñeca
para que ningún minuto fuera el comienzo del odio.

Supongamos que me latía el corazón en la lengua,
que a cada paso que me acercaba a ti
el futuro se me abría más de piernas,
que ya habías perfumado tanto el ambiente con tu piel
que marchitaban de impotencia los rosales de la plaza.

Digamos que giré justo en la última esquina,
que me burlé de la palabra destino,
que te dejé allí, preguntándole la hora
a cualquiera que te recordara un poco a mí.

Que no tuvimos hijos con tus ojos,
ni hipotecas temblando en el buzón,
ni álbum de familia,
ni canciones,
tampoco un lugar de veraneo,
ni nada similar a una sonrisa.

Digamos que fui el único culpable
y que aún me llaman cobarde las farolas de esa calle.

Pongamos que les dije a todos con descaro,
que yo pasé de ti, no eras mi tipo
y que todos me miraron extrañados.
Algunos con asombro, otras con odio.
Les dije - Soy un hombre.
Y lo entendieron.

Es más fácil de creer cuando te insultas.

Pongamos que esa fue toda la historia.

No importa en absoluto si el recuerdo,
me lleva la contraria bruscamente.
A veces la memoria es una puta
que grita los fracasos en voz alta.

Que eran más de las nueve, eso dice,
ni rastro de tu pelo por allí,
las rosas se hicieron las dormidas,
que no torcí mi paso en una esquina,
que fue el destino aquel que se burló
y hacía un frío terrible aquella noche.

Que era yo el que estaba en aquel banco
y nadie guiño un ojo en mi presencia.
Que si que había reloj lo que faltaba
eran cojones de poder mirarlo.
Que nadie preguntó que había pasado,
que ya mi rostro daba las respuestas.

Que ha pasado el tiempo, mucho tiempo
y aún sin esperanza
yo la espero.

Que sabrá mi memoria del pasado
si a veces cuando más lo necesito
no puede ni olvidarse de su nombre.

24 comentarios:

Alejandra T dijo...

Genial

Anónimo dijo...

Hermoso, de los mejores que has escrito.

Anónimo dijo...

Miré la fecha y me dije "voy a entrar a su blog, por si acaso"
Y el acaso sucedió.
Que lindo eso que acabo de leer.

Alba Flores Robla dijo...

qué bien lo haces, joder.

Alba Flores Robla dijo...

qué bien lo haces, joder.

Anónimo dijo...

Cada vez que entro con ansias de un texto inspirador y lleno de emociones...aquí estás tú.

estrella dijo...

Hola Ernesto!!!!
Siento tristeza en tu escrito, me parece que muchas veces queremos ocultar nuestros fracasos y engañarnos a nosotros mismos.
A veces tan sólo hay que llegar en el momento justo.
Muy bueno Ernesto, muy bueno.
Un abrazo con cariño!!!!!!

Bego Asomadaalalocura dijo...

Muy intenso... me encanta!
Un saludo.

Anónimo dijo...

"esa" noticia me deja de vuelo para todo el día...

que genial, que alegría, que emoción!!

Anónimo dijo...

Hoy no estoy mal, pero lo he extrañado. Creo que estoy tranquilo, muchas gracias Ernesto :)

Anónimo dijo...

Pues a mí me enamoras cada vez que te leo...

Irene R. dijo...

Hacía tiempo que no se me quedaba en el pecho ese hueco que me anidó cuando acabé 'De Laura y otras muertes'.

Yo qué sé, Ernesto, yó qué sé.

Irene R. dijo...

Hacía tiempo que no se me quedaba en el pecho ese hueco que me anidó cuando acabé 'De Laura y otras muertes'.

Yo qué sé, Ernesto, yó qué sé.

foolingroger dijo...

Esto es demasiado hermoso. Escribes tan bonito que dá rabia. No me malinterpretes, esto es un "enhorabuena".

Un saludo.

A.S.R.

Anónimo dijo...

Creo que te quiero

Unknown dijo...

Me dejas sin ganas de escribir. No dejes de hacerlo.

ycosasquemecallo.blogspot.com.es

Laura A dijo...

Que por mucho tiempo que pase.. siempre hay personas a las que se las espera, consciente o inconscientemente.

Bellísimas y dolorosas palabras.

Anónimo dijo...

Simplemente ... perfecto! Gracias (tu sombra)

Anónimo dijo...

¡Otro, Otro,Otro!(:

Isabel dijo...

Escribes muy hermoso...
Este poema es emocionante hasta las lágrimas.
Te guardo en los blogs que sigo.

saludos!
Isa

Lluevetuausencia dijo...

Te encontré por este poema y me encontré a mí misma. Gracias por estas palabras.

María I. dijo...

¿A caso escribes para mi? Ya se que no, pero acabo de descubrir tu blog y es tan yo este poema que sus versos parecen míos. Te sigo, un placer la casualidad de encontrar

135 dijo...

Leo y releo...
Y a veces encuentro lo que se perdio
La memoria es un puta... Y cobra caro

Anónimo dijo...

Desde que lo leí he vuelto a hacerlo una y otra vez y siempre acabo con el corazon encogido...