Yo que tenía tu nombre encerrado bajo llave,
que guardaba en el cajón de los imposibles
el futuro de tus labios,
que había abandonado las trincheras ,
porque no había quien apuntara al corazón.
Yo que había jugado a perder para no ganarte,
que había ganado el olvido
sin el mínimo esfuerzo.
Yo que forzaba el silencio
hasta que el silencio también era ruido,
que tenía un laberinto en la cabeza
con vistas al fracaso.
Yo que era un candado sin claves,
un escudo sin hombre,
un valiente sin alma,
un poeta sin musa.
De repente me dejo llevar
y me quedo desnudo y te invito a mi pecho
y a ti el descompás de mis latidos,
te parece una canción bonita
y en lugar de huir, bailas.
Y ahora tu nombre es un pájaro que picotea
cada segundo del reloj de mi vida.
Y el cajón de los imposibles sueña con braguitas rosas.
Las trincheras forman parte del paisaje
pero no ven llegar las balas,
ni entienden de esta guerra.
Yo que sigo perdiendo por inercia,
que he dejado de olvidar por si te gano,
que el silencio, el tuyo, es un ruido espantoso.
Que el laberinto de mi cabeza no solo te resulta acogedor,
si no que tiendes tu mano
y me enseñas que tiene tantas salidas,
que quedarse dentro es más voluntad que castigo.
Más desamor que complejos.
Yo que era un candado sin claves
y llega tu sonrisa y me abre de par en par.
Y el escudo lo ignoras
y atraviesas al hombre
y me vuelven los miedos
y te escribo un poema,
mientras espero que digas
si has venido a quedarte.
O le echo la llave
otra vez a tu nombre.
4 comentarios:
Decía Voltaire que: "buscamos la felicidad sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una." Pero yo vengo aquí los lunes y la encuentro. Maria 💖✨
Me encanta leerte, como has descrito el amargo sentimiento del desamor.
Un abrazo!
Espero que los lunes llegarán para quedarse porque no me imagino mi semana sin ellos .. siempre me quedo sin palabras …
Day
Por casualidad te descubro,un poema precioso con imagenes claras.Te dejo un abrazo!
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