domingo, 6 de septiembre de 2009

Yo el amor me lo bajo por el emule

Que tristeza que canarias sean unas islas
y a mí me den miedo los pájaros
desde que Alfred Hitchcock tuvo la nefasta idea
de hacer del cielo un infierno.

Al principio pensé que quería follar conmigo
pero a la tercera cita descubrí que solo le daba pena.
Me preguntaba continuamente si tenía algún complejo
por aquellas tetas minúsculas.

La vida cuando no tienes nada que mostrar es una mierda.

Desde entonces me bajo el amor por el emule,
Belladona siempre me mira a los ojos cuando folla
pero no es lo mismo que contigo
yo a ti te quería cada vez que respiraba.

El amor es como estar enfermo.

Ojalá estuvieras aquí para cambiar la música.
- ¿ Bailamos? -

Yo solo bailé una vez
y estaba tan borracho que no me acuerdo.

- Bailaste -
- ¿ Por quién me lo juras?
- Por mi madre.

Cuando juraba por mí era mentira
pero a su madre la quería más
que a sus propias manos
y yo a sus manos más que a las mías
y así en este círculo amoroso
siempre terminaba yo perdiendo.

Que pena que no me quieras como se quieren los demás
o como me quería yo antes de que pasaras por mi vida
pero es que ya no tengo ni amor propio
porque todo ese amor que me tenía
aún te lo guardo para ti.

4 comentarios:

Ana Clavero dijo...

"la vida cuando no tienes nada que mostrar es una mierda"

Me voy a quedar hoy con este verso, y lo voy a guardar para leerlo cada mañana y hacer el próposito de buscar algo que mostrar, aunque tenga que escudriñar por dentro porque la fachada está ya demasiado deteriorada.

Leerte me reconcilia con la juventud, pero sobre todo me reconcilia con la vida.

Un besazo, casi vecino

Giovanni-Collazos dijo...

Ernesto, buen poema.

Me hago presente para dejar mi huella y decirte que te leo siempre. Y siempre es un placer.

Un abrazo.

Gio.

Carmen dijo...

Me encanta leerte pero, la verdad, no sé si me hace bien, luego me pongo tonta... je.

Beso,

Anónimo dijo...

En Canarias nunca sucede nada, aunque siempre puedes salir al balcón a darle un escobazo a un avión.