He aquí el monstruo que dice te quiero con los labios sellados,
el trapecista de tus medias de red cubierto de cicatrices.
Pasen y vean al hombre bala entre sus piernas....
- ¿Ya?
- Si ya, siempre tuviste un coño demasiado acogedor cariño.
Con todos vosotros el hombre sin barba,
el hipocondriaco de las pastillas de colores,
el fakir de sus uñas largas y sus tacones afilados,
el malabarista de las palabras sin acentos.
No se pierdan como juega a la ruleta rusa
con todos los besos que no le dan,
o como es capaz de doblarse
hasta caber en el bolsillo de atras
de todos los pantalones que ella ya no se pone.
Observar como se atreve a meterse en una habitación a solas con Laura
que da mordiscos en el cuello
y besos en la nuca
y te puede arrancar el corazón con sus propias manos
para ponerlo bajo una lluvia de octubre.
Disfruten de su daltonismo
mientras el arcoiris se burla desde el otro lado,
o de como se le escapa el único conejo de su chistera
mientras planea un abrazo interminable
en un aeropuerto de una ciudad sin nombre.
Pasen, pasen y vean,
todo este circo cabe en un hombre
y la entrada a su interior es gratuita.
5 comentarios:
Me encanta el circo,
la vida-circo,
el amor-circo,
todo menos el circo-circo...
una, que es así de rarita :D
Un beso
Este poema con pies y malabares me invito a pasar y ver, luego a aplaudir Ernesto. Me recordo un poema de Jose Emilio Pacheco de una tematica muy cercana a la de este mismo poema. Un dia espero conseguirtelo. Saludos.
...y en mi alma vacía escucho siempre
cómo se balancean los trapecios. Dos
atletas saltan de un lado a otro de mi alma
contentos de que esté tan vacía.
Yo me acordé de Leopoldo Maria Panero.
Pero tu particular circo me gusta más.
No se anonimo, apenas leo, pienso que uno para escribir debe leer, yo incumplo esa regla, espero cambiarla pronto, un saludo y muchas gracias por venir.
Kng seria un placer, como de´cia arriba apenas leo, cualquier parecido no deja de ser casualidad, un abrazo, gracias por venir por aqui.
Bueno Mayte mujer, el circo, circo, tambien tiene su encanto, un abrazo gracoas por pasarte una vez mas.
Tiene razon anónimo, yo estudié a los Panero en el instituto.
Una familia algo particular, es sencillo encontrar en sus versos cosas de ese estilo.
Sin embargo, tu poesía esconde más experiencia, la de Panero más desequilibrio.
Yo nunca fui al circo, y no pensé que lo fuera a hacer con 18 años ya.
Pero quiero vivir dentro de esta carpa.
Unos versos fabulosos.
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